lunes, 9 de diciembre de 2013

Sueño

Un haz de luz naranja permitía que nuestra pasiones fuesen dos mandarinas flotando en un sueño perdido, que nuestros sueños fuesen canciones de cuna que durmieran la cruda realidad que nos precede, que nuestras manos, cual escopetas ciegas; no acertasen a disparar al corazón. La noche no hay noche que duerma sin enterrar antes un día ya muerto, en la calles, dos pies vuelan, desdibujando en los charcos, que parecen ríos, algún que otro rostro vacío, esperan encontrar tu nombre y sellar tu llamada con un beso, recorrer las mariposas con su olfato y perderse en ellas como Danny en aquel laberinto de arbustos, perseguido por lo salvaje y lo demente, al borde del delirio, al borde de tenerte.
Y de repente el otro lado de la cama no está vacío, y está tu pelo, y están tus ojos nacarados, y está tu vida, con la mía, a menos de 40 cm, y me quieres, y yo a ti, y mi sonrisa se dibuja cada mañana al recordar que todas las noches paso por tus pensamientos en algún momento y que la tuya se dibuja cuando te incendio los mofletes de ilusiones llenas. Respiro plenamente y entro, me toco el pelo y observo, ando un poco perdido, tan sólo tres palabras desconocidas que ni escucho consiguen frenarme, estoy en un infierno rodeado de almas corruptas que se agitan arritmicamente fruto del exceso de vicio, una presencia que me invade y me informa, dos ojos de desprecio y chulería, de adolescente de instituto, un pelo indestructible y mi canción favorita hecha carne, he llegado y ya estoy más que perdido. Me tiemblan los brazos, mil y una cabezas sin importancia y de repente TÚ.


Mi ojo dispara el gatillo y acierta de pleno, respiro, apenas he sido molestia, asciendo hasta el olimpo y me encuentro con tus curvas, las mismas que desbordan mis sentidos, no me has visto, pero el resto si, media mueca, mi sonrisa diaria, dudo de tu identidad y me freno, me alivia saber que eres tú, avanzo cauteloso, estoy cerca y te agarro del talle, sé que eres tú, es tú talle, y en el momento en que palpitas y retrocedes y me miras con tus ojos de noche, me despierto, y te encuentro ahí sin saber cómo, unas manos curtidas de torpeza, acertaron aquella noche.




martes, 2 de julio de 2013

¿Por qué...?

¿Por qué te empeñas en ser la sonrisa de mis días? ¿En ser esos ojos que me encantan? ¿Por qué apareces cada vez que me haces falta? ¿Cómo sabes que te necesito?  y,  ¿cómo sabes que es justo en ese momento? ¿Por qué tu olor es tan especial? Y, ¿ por qué tu pelo es el único dibujo que quiero ver todos y cada uno de los minutos que transcurren en un día? ¿Por qué apareces cada mañana como sol que desvela mi s sueños contigo? ¿Cómo es que me escuchas cuando hablo? ¿Cómo es que no escuchas que te quiero para mí? ¿Cómo es que no ves que cada acorde de mis canciones lleva tu nombre? ¿Por qué no las cantas conmigo? ¿Por qué me encanta que pierdas un minuto de tu vida escuchando mi inglés mal hablado? y ¿qué  me dices de mi mirada triste? ¿Por qué no puede aguantar la tuya? ¿Por qué miras tan fuerte que no  puedo aguantarlo? ¿Por qué me duele que me dejes unos segundos aunque sea para pedir una ronda más de lo que sea? ¿Por qué la pides con limón? ¿Por qué llevo pensando en ti todo este tiempo? y ¿cuánto tiempo llevo queriendo pensarte de esta forma? ¿Por qué no me atrevo a abrirme contigo? ¿Por qué me parece extraño todo esto? y ¿por qué no puede parecer que no lo es? ¿Por qué sigues llamándome? ¿Sabes que siempre voy a querer contestarte? y, ¿sabes también que a partir de hoy seré yo quien te llame? ¿Sabes también que siempre he querido hacerlo? Que, aunque no lo creas, ¿muchas veces he pensado hacerlo? ¿Qué recuerdo tu teléfono como si fuese la palma de mi mano? y, ¿que espero que ese teléfono llame todas y cada una de mis mañanas?¿Sabes que eres una de las vidas que más iluminan de las que he conocido?¿sabes que eres de las personas más fuertes que he conocido? y, ¿sabes que eso me encanta? Puede que suene raro pero, ¿sabes que me encantan tus ojos cuando lloras? ¿Sabes que me encanta el brillo que tu sonrisa proyecta en tus labios? y, ¿que cada vez que los usas me encantaría probarlos? ¿a qué saben tus besos?, dime también, ¿a qué sabe la carne que te forma? ¿Por qué me siento incapaz de probarla?  ¿Por qué tu voz no susurra mi oído? y, ¿por qué no te pido que lo haga? ¿Por qué no te pido que tu aliento alimente mis pulmones? y, ¿cuánto sería capaz de pagar por ello? ¿Por qué necesito de ti? ¿de tus abrazos que me ahogan? ¿Por qué me encanta rodear tu cintura con mis brazos?¿por qué quiero que tu piel sea lo más suave que toco en mi vida?¿por qué eres tan genial? ¿Por qué me haces tan genial? ¿Por qué eres tan preciosa? ¿Por qué no sabes verlo? ¿Cómo podre saber todas estas respuestas?¿por qué me pregunto todo esto?¿por qué eres tan especial?¿por qué…? ¿por qué…? ¿por qué…?

viernes, 3 de mayo de 2013

Sin sentido

Dime que no lo hicimos, si eso te hace feliz, que nunca nos perdimos, miénteme, pero dime algo, dime que me odias, al menos déjame oírte una vez más, que me olvidaste del todo y que dejaste de pagar el alquiler, dime que has abandonado, que te has perdido, dime que no vas a volver pero, por favor, sigue mintiendo, dime que te acuerdas, que deseas cruzarte conmigo y que eso es verdad, dime que te inventas excusas y que actúas sin pensar, te pido que me digas si has dejado el gas encendido, si te vas a suicidar, desmiéntelo, dime por qué apareces en mis sueños, por qué pareces tan feliz en ellos, dime que te ha hecho feliz, que te hace feliz, y dime también por qué nunca yo pude hacerlo, por favor, no me mientas, dime que sigues tocando, que has compuesto algo, cualquier cosa, dime que esto no es mentira, o que lo es, pero dime algo, desvélame donde has guardado mi vida, o si la tienes tú o no, dime si aún estas viva, o si tu vida ha vuelto a sentirse así, dime quién es él, y por qué no pude ser yo, aquí no mientas, o mejor, mienteme por favor, cuéntame tus mañanas, si en ellas sale el sol, dime quién no desayuna por quedarse en tu cama, dime que eso no te causa dolor y vuélveme a mentir, dime qué puedo hacer, o mejor, no me lo digas, animame y dime que ya no lloras, que la tristeza no se asoma por tu tez, y dime la verdad, no me mientas, dime que has sido capaz, que eres capaz, dime que eres fuerte y que puedes continuar, dime que estas preciosa y aquí es imposible que me mientas, dime que te importo para poder volverme a mentir, dime en qué has pensado, y cómo lo vas a decorar, dime que tienes un plan, y que éste no puede fallar, que todo te sale bien, no me mientas, dime una palabra, aunque sea una mentira, de verdad. 
Dime cómo te digo que no puedo más, te digo que esto es cierto, aunque lo puedas dudar, te digo también que lo siento, aunque no pueda servir de nada, que te echo de menos, y que no miento, de verdad, te digo que me arrepiento, que me costó mucho verte marchar, te digo que me cuesta tanto escribir esto como respirar, te confieso que te sigo llorando, que te sigo notando, que tengo ganas de verte, te prometo que no he venido a molestar, si es así, dímelo, y no me mientas por favor, te digo que quiero hacerte daño, y te miento, que quiero que me olvides, que te calles, y no es verdad, que me encantaste, que me encantas, que no te quiero soltar, pero también te digo que te puedes mudar, que puedes no decirme nada, pero dime antes que nunca me lo dirás, te digo que te amo, y que lo hago de verdad, que soy un desastre, pero eso ya lo sabes, te digo que he perdido, y que es lo máximo a lo que pude aspirar , te digo que la vida te puede matar, y que intentaré que no te ocurra, que quiero estar ahí, te digo que te he salido a buscar, no te he encontrado, pero también te digo que lo intente, te digo que cada noche me estremezco, pensando que puedo decirte, y al final no digo nada, como siempre...

Te felicito y te digo que lo siento, que lo siento de verdad.

viernes, 8 de febrero de 2013

Arritmia corta (Parte 2)

Mi aliento empaña el cristal que da lugar al interior del portal, mi sudadera, pesada y empapada, es el lastre que me toca llevar esta noche, uno de ellos. A tientas subo las escaleras que me sumergen de nuevo en lo real, esperando encontrarte en el rellano, tercer piso, puerta izquierda, mi mirada perdida no repara en dejarse llevar por los hologramas propios de esta noche, hologramas formados por las alargadas sombras que dibujan como puñaladas las figuras que me acusan, que me inundan con palabras que matan. Harto de esperar, el perchero del vestíbulo se lamenta en voz baja, ha decidido hacerlo hasta que encuentre una razón que lo lleve a frenar sus impulsos depresivos, que lo lleve a limar su astillado corazón, mientras, mi cuerpo se arrastra perdido en lo veraz, en lo palpable, en la densidad pegajosa de lo triste y lo gris, avanzando desde el vestíbulo a la habitación pasando por alguna que otra habitación anexa e irrelevante, hay cierto aroma cárnico en todo ello, como si de un tunel formado por la más pútrida casquería se tratase. Segunda puerta a la derecha, la luz del crepúsculo se cierne traicionera sobre las pálidas sábanas, que aguardan malos presagios entre los claroscuros propios de los pliegues, algo malo aguarda entre tan confortable y mágico lugar, me deshago de mis lastres, también de mi sudadera, pero solo por esta noche, no me gustaría pasar frío en más ocasiones posteriores a hoy.
Ya desnudo, mi cuerpo se deforma a merced de los estupefacientes, mis manos tiemblan y mi cuerpo suda hasta empapar gran parte del suelo de la habitación, como un hielo que se aferra a un clavo ardiendo, desorientado, confuso acerca de su condición uniformemente inestable.

Caigo muerto.

La cama se hunde victima de la pesada tristeza que me rodea, duermo, al fin.
Mi cabeza lanza una flecha atada a una cuerda que impacta en el muro de los sueños y se clava, poniendome en conexion directa con ellos, mi mismo cuerpo desnudo se convierte en el funambulista que, torpe, trata de conocer cada uno de los rincones del muro y, tonto de él, en el trayecto echa la vista a un lado y te ve, y tu no miras, y tu sonrisa huele al olvido que va cavando mi tumba, mi tumba que es tu cama, en tu misma cama, en la penumbra, este triste loco se acostumbra a apagar esa llama que ya ni te calienta, ni te quema , ni te alumbra...